Si estás buscando un ejemplo sencillo de pintura facial para niños, puede que este sea uno de los más sencillos.
El primer paso es pintar de blanco las mejillas, la nariz, la zona que rodea los ojos y, sobre las cejas, lo que serán las orejas del conejo. Si disponemos de pinturas al agua será más rápido porque podremos ayudarnos de una esponja y apenas tardaremos unos segundos, pero si no es así podemos hacerlo con el stick de pintura blanca.
El siguiente paso es añadir pintura rosa en el contorno de las mejillas y de las orejas. Además pondremos un poco de pintura en la punta de la nariz. El efecto difuminado que se observa en la imagen se consigue aplicando la pintura con una esponja. Si estamos usando pintura en cera podríamos utilizar el dedo para lograr ese efecto difuminado.
El tercer y último paso consiste en añadir unos pocos detalles para lograr un acabado perfecto. Con un pincel o lápiz de pintura negra podemos perfilar un corazón en la punta de la nariz y el labio superior. Además podemos añadir los bigotes y unos «pelillos» sobre la nariz y a los lados de los ojos. En el labio inferior se aplica pintura rosa y se pintan dos dientes que se perfilan con el negro.
En el mercado podemos encontrar muchas pinturas de cara pero siempre hemos de tener cuidado porque la piel de los más pequeños es muy sensible. Casi todas son aptas para el propósito de pintar caritas para una fiesta infantil pero en este aspecto más vale prevenir que curar. Si tuviera que recomendaros alguna os diría que una de la que más nos gusta es la de snazaroo.